[Concepción, entrañas y memoria cultural: Madres Paralelas ]

Las chicas Almodóvar: Penélope Cruz y Rossy de Palma, ambas siempre formidables en cualquier interpretación que realicen. Esta ocasión el papel de Rosy sumamente discreto. 

Tengo una fijación con los scrips maternales desde que vivo esta experiencia, en especial con los disfuncionales como los de Xavier Dolan (I Kill my Mother, Mommy) pero Pedro siempre logra penetrar las entrañas y quizá me identifico porque están realizadas en español, mi lengua nativa. Las antecesoras: Todo Sobre mi Madre o Julieta son bellas piezas de lo que representa este patrón en su filmografìa. 

Maternidad Paralela: una emotiva historia en donde se interponen las vidas de Janis y Ana en la cual convergen juntas en una estructura de formas sorprendentes, extrañas y conmovedoras. El concepto de la familia por convicción es el corazón de sus vivencias cuando se enfrentan juntas a la concepción siendo compañeras de habitación en el hospital en donde dan a luz.

"𝑺𝒖𝒎𝒎𝒆𝒓𝒕𝒊𝒎𝒆, 𝒕𝒊𝒎𝒆, 𝒕𝒊𝒎𝒆 𝑪𝒉𝒊𝒍𝒅, 𝒕𝒉𝒆 𝒍𝒊𝒗𝒊𝒏𝒈'𝒔 𝒆𝒂𝒔𝒚". Janis (Cruz) fuerte como la Joplin vive con los estragos del fascismo ya que los restos de su bisabuelo (que no conoció) reposan en una fosa común en algún lugar fuera de su antiguo lugar de origen, aunado a ello una aventura con una reconocido antropólogo forense (Israel Elejalde) finaliza en el nacimiento de Cecilia, su hija. La historia de Ana (Milena Smit) no es más afortunada. Una adolescente acaudalada carente de amor e ignorada por sus padres (Aitana Sánchez-Gijón, en el papelazo de la madre de Ana) y que a raíz de una violación por un grupo de hombres también queda encinta. 

El destino les jugará una broma macabra al darse cuenta que las bebés fueron cambiadas al nacer. Rememoración histórica, abatimiento maternal. Nudos en la garganta. Me declaro ferviente aficionada al universo íntimo de Almodóvar.