[La Sexta Dimensión: Forbidden Zone]



He admirado a los brillantes hermanos, Elfman (Richard y Danny) por su bizarra y macabra creatividad que integran a la perfección en la música y el cine. Oingo Boingo, prueba irrefutable. De los proyectos cinematográficos que me impactó mucho cuando adolescente así como una de las influencias parteaguas para definir el gusto por el cine 𝘵𝘳𝘢𝘴𝘩𝘺 y de serie B fue: Forbidden Zone.  Una musical comedia negra perversamente sexy en donde cada de uno de los elementos y personajes (princesas en topless, hombres amorfos y otros con cabeza de rana) sobreviven en un entorno caótico de ciencia ficción y totalmente fuera de la cordura humana dentro de un hilarante 𝘴𝘤𝘰𝘳𝘦 compuesto por Danny. ¡¿Quién si no?!

Mientras me adentraba en la Sexta Dimensión reconocí a ese personaje bonachón que había sido una estrella de la televisión en los ochenta mismo que ostentaba graciosamente el nombre, 𝐓𝐚𝐭𝐭𝐨𝐨 en un programa de televisión que en México titularon La Isla de la Fantasía. La sorpresa se hizo aún más grata al descubrir al diminuto, Hervé Villechaize haciendo un papel poco convencional en dupla con la maravillosa e irreverente Reina Doris interpretada por la grandiosa Susan Tyrrell.  Filmada en glorioso blanco y negro. Posteriorermente entintada a color con la magia de la tecnología. 

Absurda, atrevida.

Como casi todos los filmes a los que soy aficionada este también causa repulsión, aburrimiento y es tildado de absurdo para la mayoría de los espectadores. Justo lo que me hace amar más una película. 

 


No comments

Powered by Blogger.